lunes, 28 de marzo de 2016

¿Quién sabe dónde?

¿Arte de magia? ¿Azar? ¿Lugar y momento equivocados? El misterio persiste, el origen se desconoce. Pero ahí está. Es evidente que se han difuminado como la bruma del viento, como el sol derrite la nieve, como la lluvia de primavera. Las desapariciones van en aumento, año tras año la cifra sube, y las comandancias de Policía registran nuevos casos de personas a las que misteriosamente no se les vuelve a ver. Salen un día de sus casas, de sus trabajos, de cualquier sitio, y pareciera que en un momento la tierra abriera su boca y se los tragara...

Nadie les vuelve a ver, nadie, nadie, nadie. Y lo más curioso de todo, es que mires por donde mires siempre ves dolor. ¿Es este un mundo justo? ¿Es un mundo bueno? No. En un mundo bueno no deben de haber este tipo de casos, no debería existir ni siquiera la palabra ""desaparecido". Solo con escucharla se te eriza el cabello y las pupilas se te anchan, al menos a mi me sucede, un escalofrío recorre mi espalda, al tiempo que mi corazón compungido me hace preguntarme, ¿Quién sabe dónde?


Así se llamaba un programa de televisión que se mantuvo en antena desde 1992 y 1998, y que fue retirado rápidamente de la televisión con el ascenso al poder del flamante Presidente del Gobierno Jose María Aznar, y altos cargos ejecutivos, es decir, presiones políticas.

Es extraño que les incomodara tantísimo un programa televisivo que cumplía una función social tan importante, como es la de devolver a sus casas, o, por lo menos encontrar los cuerpos, de las personas desaparecidas, e intentar dar una explicación racional a estos sucesos. Es curioso que muchas voces hayan querido acallar programas como este, pareciendo que los políticos tuvieran intereses en no permitir bajo ningún concepto la emisión de este tipo de programas, pues a diferencia de los magazines televisivos actuales, el cometido de estos programas investigativos, es esclarecer estos sucesos oscuros, y ya hemos visto con los casos de corrupción que afectan a los políticos, como son éstos enemigos de lo claro, especialmente si pueden salir involucrados en algo turbio, como ha sucedido con el caso "bar España".

El panorama en España es desolador. Pero si acortamos distancias es mas desolador si cabe. Si nos centramos en una pequeña comunidad autónoma situada en el extremo noreste peninsular, donde nadie mira sino es para dar morbo a este tipo de casos, es aún todo más indignante. 

Galicia no es que sea de las Comunidades Autónomas más grandes en número de habitantes, pero curiosamente es de las que más desapariciones registra anualmente. Pareciera como si esas antiguas leyendas de lobos, de brujas, y de bosques encantados que poblaban la Galícia de "los séculos oscuros" no hubiera muerto, como si algo se escondiera entre sus bosques de eucaliptos o sus extensas praderas, algo oscuro y malvado.

Voy a centrarme exclusivamente en dos de los muchos casos de desapariciones que hay, pues curiosamente se da muy poca información acerca de los mismos, pareciera que apenas se investigaran, pareciera que se mirara de manera superficial, cuando estamos hartos de oír en la televisión casos como el de Marta del Castillo o el crimen de Asunta, como si cogieran casos al azar y les dieran un gran protagonismo mediático, cuando casos como los que voy a mencionar apenas salen en prensa escrita, y solo se encuentra un artículo o dos como mucho. Mientras se preocupan en calcular las tasas de violencia de género, no se preocupan en informar sobre las tasas mensuales de desaparecidos, quizá porque en lo primero nadie tiene intereses, mientras que en lo segundo, sí.

Tanto el primer caso como el segundo seguramente sean conocidos por muchísima gente, ya que ambos son de Ferrol, y de ambos se ha hablado estos últimos meses, especialmente del segundo, por ser más reciente. Ya digo que la información que he encontrado no es mucha, así que si quiero ceñirme a los hechos. la verdad no tengo muchos, por lo que voy a introducir una gran carga especulativa, pues es mediante la especulación por la que se han resuelto bastantes casos que se creían imposibles.


El caso de la desaparición de este hombre hace ya casi 4 años es, totalmente un enigma. El día 20/11/2012 se le pierde el rastro en todo Ferrol, tras haber sido visto por una vecina salir de su casa de Carranza con una mochila al hombro. De manera extraña deja su documentación y su dinero en casa. Y es aquí donde me empiezan a surgir las dudas. ¿Quién de nosotros dejaría en casa su dinero y su documentación si es consciente de que va a salir lejos de su casa y que puede que llegue a necesitar dinero? Teniendo en cuenta, que, además se desplazaba a pié, el hecho es aún más intrigante.

Con este pobre hombre ha sucedido como con casi todos los casos de desapariciones en este país. La primera semana se hace una "búsqueda exhaustiva", pero a partir de la segunda o tercera semana las fuerzas de seguridad pierden el interés y comienzan a retirar los efectivos de búsqueda de la zona. Estoy más que convencido de que si se tratara de algún político o empresario influyente no habrían descansado hasta haber dado con su paradero, pero como éste era un "don nadie", pues nada, a prolongar el martirio de una familia adolorida por este suceso tan conmovedor.

Hay voces que sitúan a Pedro por última vez en los alrededores del centro comercial de Odeón, pues según la Policía fue ahí donde recibiría su última llamada, la de uno de sus amigos, para hablar de "un tema de discos", por lo que probablemente se dedicara a la música. Y yo que me pregunto, estos móviles de ahora que conocen nuestra ubicación en todo momento con nuestro permiso o sin él, ¿no se podría partir de ahí para hallar la última ubicación que registró el aparato antes de dejar de funcionar? Pero bueno, es lo que dije antes, si fuera una persona "importante" habrían movilizado todos los hilos y ofrecido cuantiosas cantidades de dinero por cualquier pista que se ofreciese sobre él, pero claro, nosotros no importamos a nadie...


BRAIS BOGO

Este caso es extremadamente reciente, por lo cual aún está en plena efervescencia, la policía no da abasto en sus pesquisas, y los vecinos y amigos de Ferrol y Santiago se han implicado de manera directa en su búsqueda.

Si os ha parecido inquietante la desaparición de Pedro Yánez, este caso ya es de película de suspense de esas que ponen en Antena 3 los fines de semana. Bien podría haber sido el argumento también de una novela policiaca como las de Agatha Christie, pero no, es de la vida real.

Este joven ferrolano fue visto por última vez en los alrededores del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia, el 18 de marzo, es decir, hace justo hoy, 28 de marzo, diez días. Según el testimonio de sus círculos cercanos habría sido visto por última vez a las ocho de la tarde, por lo que debería haber llegado a su casa sobre las 9. El caso es que nadie confirma que haya ingresado a ese domicilio, ni mucho menos, que haya salido de él posteriormente.

Lo más curioso, y que esta vez si inquieta a la policía, es que todos sus documentos personales, y su dinero se encuentren en su casa, pues como ya manifesté anteriormente, serían muy poquitas las personas que al saber que van a distanciarse de casa por un tiempo no tomaran sus documentos personales y algo de dinero, aunque sea llevarse sus tarjetas, algo que al parecer tampoco hizo. Otro hecho desconcertante es que su móvil desde ese viernes se encuentra inactivo, como si algo o alguien lo hubiera inutilizado.

En países de Iberoamérica, Asia o África, una gran parte de desaparecidos tienen como fin la explotación sexual, económica, o incluso algo mucho peor, el comercio de órganos en el mercado negro, dado su elevado precio y la cantidad de personas dispuestas a comprarlos. Lo digo, porque es muy extraño este caso, y pese a la esperanza que sostiene la familia, es evidente que algo ha sucedido para que este joven de 24 años desaparezca sin una sola persona que pueda decir a ciencia cierta donde se encontraba.

Me gustaría que toda persona que leyera esto, aparte del morbo y la intriga que algunos pudieran manifestar por el paradero de éstas, y más personas como éstas por el compendio peninsular, se planteara la facilidad con la que desaparecen las personas en el "Primer mundo", que ya no hablamos de Marruecos, África o Asia, hablamos de un país europeo, y supuestamente en mejor lugar que todos los dichos anteriormente. ¿A cuantas personas indeseables o molestas han podido quitarse de encima fácilmente borrando su rastro de la faz de la tierra? Todo esto sin hablar de la cantidad de desaparecidos en fechas cercanas al Halloween, muchos de ellos, como el caso de las niñas de Alcasser, para la realización de rituales satánicos en los que participan muchos altos cargos, gente que, se supone que debería estar ahí para protegernos y no para secuestrar a nuestros hijos (o a nosotros mismos) y sacrificarlos en honor al diablo, al dios mammón o a cualesquiera entidades demoníacas.

¿Qué podemos esperar de un país que hace lo que sea para no esclarecer los repetidos casos de desapariciones durante el franquismo? Unas instituciones, de sobra por todos conocido, corrompidas, alejadas del fin para el que supuestamente fueron creadas, y unas personas, a las que sus familias lloran sin saber nada de ellas, viendo como todas las "manos amigas" se van retirando poco a poco, mientras sus seres queridos se pudren en una cuneta, una fosa común, son retenidos contra su voluntad, o simplemente han sido vendidos a redes criminales internacionales con el beneplácito y auspicio de muchos que ahora nos están gobernando, y a quienes ignorantes de nosotros hemos elegido. A mi, al menos, me queda la conciencia tranquila, de saber que he intentado denunciar los cientos de desapariciones que se registran cada día, de muchas personas que un curioso día abandonan sus casas para no volver nunca más. ¿Quién sabe dónde estarán y quién sabe qué les habrá acontecido?

Solo el tiempo es capaz de juzgarlo todo, solo él me dará la razón o quitará criterio a mis palabras, solo el tiempo nos permitirá desenmascarar de una vez por todas las atrocidades de un régimen que se esconde bajo el telón de democracia, mientras todas las evidencias apuntan a que democracia, hay más bien poca...

Este artículo es un pequeño tributo a todas esas familias que han perdido a seres queridos en extrañas circunstancias, y que aún se preguntan por su hijo, su padre, su abuela, su nieto, su sobrino, su tío... ¿Quién sabe dónde?

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